En nuestro mundo de consumidores donde la mayoría de los productos tienen una lista de ingredientes con quizás dos palabras que realmente puedo pronunciar, es difícil saber qué es exactamente lo que estoy poniendo en mi cuerpo. Esto no es solo lo que comemos o bebemos, sino el champú con el que nos limpiamos el cabello, la loción que nos ponemos en la piel o la pasta de dientes que tomamos cada noche.
Para mí, honestamente, todo esto puede ser abrumador. Si no quiero exponerme a un procesamiento excesivo y aditivos en los productos que uso o en los alimentos que como, ¿por dónde empiezo? ¿Vale la pena intentar comer alimentos menos procesados si sigo usando productos para la ducha que pueden ser dañinos?
Una cosa que me viene a la cabeza es: "¿Realmente necesito esforzarme para minimizar el contacto con los productos procesados?" A través de un poco de investigación, puedo decirles que hay sentimientos encontrados en la comunidad científica sobre sus efectos a largo plazo. En la mayoría de los casos, los investigadores encuentran que existen conexiones entre el procesamiento excesivo y enfermedades o problemas de salud a largo plazo. Sin embargo, estos hallazgos son nuevos porque el tipo de procesamiento que ocurre en nuestros mercados hoy nunca se había visto antes. A medida que las generaciones sigan envejeciendo, los investigadores podrán rastrear los efectos que este procesamiento tiene en la salud a largo plazo de manera más confiable.
¿ROTURA DE IMAGEN?
Según un investigador del estado de los Apalaches, cuando consumimos productos excesivamente procesados, el proceso agrega ingredientes como el sodio que nosotros, como estadounidenses, ya consumimos en exceso; a veces elevándolos a un nivel poco saludable. Además, agregar elementos de conveniencia o estéticos, como aumentar la vida útil o cambiar el color natural de los productos para que sean más atractivos, son en su mayoría innecesarios. Si podemos esforzarnos por comprar productos sin aditivos innecesarios, podemos mejorar nuestra salud a largo plazo.
Mientras esperamos que se realicen investigaciones más concretas, ¿cómo podemos protegernos de los posibles efectos secundarios de los aditivos y el procesamiento?
¡Lo que hemos descubierto es que hay compañías que dedican su tiempo a crear productos simples y saludables, por lo que no tenemos que hacerlo! Compañías como Purehaven, JUST Water, SOCIAL, Better Life, Primal Life Organics y muchas más tienen misiones social y personalmente responsables para hacer que sus clientes, su entorno o sus productos sean menos impactantes de una u otra manera.
Si observa un día cualquiera de estas líneas de productos, podrían ahorrarle mucho tiempo y reducir su estrés por los productos procesados.
Siempre nos encanta escuchar sugerencias. Si tiene una línea de productos "libre de toxinas" favorita que quiera compartir, ¡cuéntenos todo sobre ella!